jueves, 11 de septiembre de 2014

Mi mundo entre libros

La noche se abre paso. Ha sido un día de intenso trabajo, pero por fin puedo relajarme. No hay nadie despierto, estoy sola en este silencio. Me gusta el silencio; como dice un gran amigo cuando hay silencio ¡se escuchan tantas cosas!. Cojo mi libro favorito y comienzo a leer. Se rompe el silencio, juraría que acabo de escuchar los sonidos de una gran ciudad. Respiro profundamente y cierro los ojos. Mi mente logra imaginarse el lugar, es hermoso, a pesar de que nunca he viajado allí, es tal y como lo describe el escritor. Debo abrir los ojos y proseguir; la ciudad no va a quedarse ahí para siempre. Aparecen los protagonistas y por cada línea que leo desearía poder ser ellos, corriendo sus mil y una aventuras, amar de esa manera que tanto duele. Cada vez me voy adentrando mas en las páginas del libro, y dejo de existir, el libro me tiene atrapada. Estoy corriendo con ellos, respiro cuando ellos lo hacen, lloro cuando se les rompe el corazón por amor. Intento gritar para que me escuchen, yo lo sé, se que todo saldrá bien, pero ellos no pueden escucharme. Cierro por fin el libro. Parece imposible, pero una vez que empiezas no quieres parar, suspiro mientras cierro los ojos. Sé que mañana continuaré, pero me cuesta despedirme. Apago finalmente la luz y dejo que mis sueños abran paso por mi mente, deseando encontrarme con ellos.

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